Hoy me despido de ti.
Un año ha pasado en el que cada día era recordarte, de distintas maneras. Primera vez pasar el día de las madres sin ti, Primera vez que no visitaste las montañas, esas montañas que tanto te gustaba explorar. Primera vez que paso sola las fiestas de fin de año sin ti, sin tu presencia.
Un año, contado día por día, en el que a cada vez me detenía y me preguntaba si era correcto lo que hacía, si era atinado y justo, si era preciso y válido. Me preguntaba: será suficiente y a veces me cuestionaba: ¿Es así como tú lo hubieras hecho? ¿Es así como debería de hacerse? ¿Es así como debería de pensar? ¿Es así cómo debo continuar?
¿Qué es lo correcto? ¿Estaré haciendo lo debido, lo adecuado, a la usanza? no tengo respuestas, al menos no de tí. Tú, te has ido para siempre.
Siempre se ha dicho no digas "para siempre" pero cuando alguien desaparece yo sé que se ha ido para siempre y sólo queda su recuerdo.... También me han dicho que si dejo de pensar en tí, morirás. Sé que lo has hecho, sé que no estás y sigo hablándote, sigo preguntándote, creyendo que tendré una respuesta tuya...
El dia 8 de marzo del año 2015, cayó en domingo. Estabas en una "Casa de Reposo", donde te cuidaban día y noche. Hacía más de un mes que esa casa se había convertido en tu morada.... y yo bien sabía que sería tu última morada.... Cuando te llevaron allá, estabas dormido, y continuaste así, los días que siguieron.
De hecho, estabas dormido desde antes de Navidad, aquel día que te levantaste de la mesa y caminando lentamente hacia la cama, me dijiste: "Cheli, creo que estoy viviendo mis últimos días.... estoy muy cansado; ¿No te da más si me recuesto?
Tres días después, el Jefe de Enfermeras me dijo que avisaría a tu médico de cabecera; quien vino a casa de inmediato y ordenó el traslado al hospital, a "Cuidados Paliativos". Yo pregunté que si eras candidato al beneficio de la eutanasia pues desde el comienzo de tu enfermedad firmaste los papeles y las autorizaciones necesarias para que pudiera ser aplicada la eutanasia o como le llaman ahora " el fin asistido "
La respuesta fue negativa, pues tú lo aguantabas todo, excepto... el dolor! pero no tenías dolor; nunca lo tuviste... de hecho, en tu vida estuviste enfermo, nunca! de nada!
Ironías de la vida...
En el hospital pasaste al menos tres meses, tiempo durante el cual, yo iba y venía para estar contigo. Las enfermeras del lugar, nunca me restringieron la entrada o me pidieron de salir. Podría estar a cualquier hora y hasta cualquier hora, y quedarme todo el tiempo que quisiera estar junto a tí. Entonces todo! Desde que abría los ojos, hasta que el cansancio me los cerraba, estaba junto a tí. Antes podíamos platicar, pero en esta ocasión estabas desesperadamente dormido. Cuando tenías los ojos un poquito abiertos, te hacía alguna pregunta para saber si seguías conmigo. Tu tiempo de reacción era de aproximadamente dos horas.
Tu respuesta me llegaba dos horas después.
Pasado el tiempo establecido por el hospital, que te quedaras en la sección de "cuidados paliativos", había que trasladársete a una "Casa de Reposo" especializada en esos cuidados.
Cuando la ambulancia partió, me quedé un momento tras el volante digiriendo la idea de qué, a partir de ese día, estarías en un lugar que tú mismo me habías dicho era "moridero", es decir, un lugar cualquiera para morir.
A pesar de lo delicada que era tu situación, no te quejaste pues en realidad los días que viviste en esa casa de reposo, estuviste el 99% del tiempo dormido. Fue el único tiempo que me permití de descansar durante el día en casa y entrar a la casa de reposo durante la noche.
Durante todo el mes de febrero fue mi rutina diaria esperar las 18 para ir a verte; estabas en una pieza digamos una habitación muy larga tenía unas ventanas muy grandes que daban al jardín central entraba mucha luz y ese mes de febrero estaba especialmente dulce; no hacía mucho frío aunque tampoco hacía calor pero en tu habitación la temperatura era correcta: estabas tú en la cama de hospital de esas que se pueden mover a voluntad y era precisamente con ese movimiento que provocaban que tu cuerpo estuviera dispuesto de cierta forma para no cansarte pero tú no te quejabas no emitias ningún sonido.
Lo único que yo notaba al sentir tú mi presencia, era que tu respiración se agitaba y notaba que tu cuerpo reaccionaba al contacto de mi mano sobre la tuya o sobre tu hombro acariciaba tu mejilla y te hablaba al oído.
Trataba de hacerte ver que yo seguía ahí, a tu lado, como siempre...
Tres días antes del día 8 de marzo me llamó el doctor por teléfono y me dijo que ya no era posible alimentarte, pero tampoco era posible canalizarte para darte alimento intravenoso; tu piel estaba bastante delicada y deteriorada.
El doctor me advirtió que el desenlace podría suceder en cualquier momento de aquí a 3 días.
Todavía a veces me pregunto, ¿cómo es posible que hayas sobrevivido tres días más? sin alimento, sin cuidados, sin una fuente de energía, sin nada; solamente tú, tu entereza, tu fuerza para vivir, tus ganas de seguir y seguir viviendo por mí.
Esa fue de las últimas declaraciones que me hiciste:
" Cheli: yo sigo en este mundo única y exclusivamente por ti. Todo lo que fui antes no tiene importancia al lado de lo que tú me diste, de lo que me hiciste ser, en lo que me convertí por tí, por tu amor....
Respirabas tranquilamente un poquito a pequeñas bocanadas de aire y de repente cuándo sentiste el contacto de mi mano en tu pecho y que te acariciaba la mejilla empezaste a respirar fuerte, el aire te faltaba.
Fue cuando me di cuenta que era el final.
Respirabas de más en más fuerte y con dificultad.
Entonces, te empecé a cantar, suavecito, despacito....
"Ojalá que te vaya bonito..... ojalá que se acaben tus penas..." https://www.youtube.com/watch?v=s5Bxcgtb_Xg
Me di cuenta que escuchabas pues tu mano se movía buscando la mía. Te di mi mano, y retomé las letras del cantante mexicano que tanto apreciabas.... José Alfredo Jiménez.
Así que, comencé: "Si nos dejan.... nos vamos a querer toda la vida....." "Si nos dejan" José Alfredo Jiménez
Y de nuevo sentí que escuchabas, pues tu cuerpo se convulsionaba, reaccionando a mi voz...
Luego recordé una frase, que me repetías seguido, sacada de una de las canciones de José Alfredo....
"Qué tanto me debía el destino, que contigo me pagó"
entonces empecé a cantar.... quedito, quedito....
"Deja que salga la luna, deja que se meta el sol... deja que caiga la noche pa' que empiece nuestro amor....
https://www.youtube.com/watch?v=ZH4aYbJZJZc
La noche!
La noche obscura del alma, decías, ... ahí vivías, hasta el día en que nos conocimos.
Te abracé, para despedirme de ti, fue cuando escuché tu última inhalación de aire. Fue grande, tomaste todo el aire que estaba a tu alrededor, como queriendo respirarme y llevarme contigo en tu aliento.
Después, pasaron segundos interminables. Me separé un poco de ti, para verte, por última vez en vida...
Fue entonces cuando exhalaste todo ese aire que habías retenido, y expiraste tu último aliento. Miré el reloj, como por reflejo, para marcar el momento exacto de tu partida... de ese 8 de marzo, que me dejaste ... sin ti.
Sin ti.... no podré vivir jamás.....
Entonces.... tomé mi reproductor, y busqué la canción que mi madre cantaba como los ángeles.... " Sin ti ",
y empecé a llorar, abrazada a ti.
Las enfermeras se dieron cuenta que algo pasaba y entraron a constatar que te habías ido.
Lentamente me separaron de ti, miré a las señoras, mirarme con dulzura.... yo me retiré de la habitación y salí de la casa de reposo, pues ya nada ni nadie me retenia ahi....
Adios, Chema.... adiós.
Hoy de nuevo, me despido para siempre. El año de gracia ha terminado hoy, dia 8 de marzo. Espero que estés bien, donde quiera que estés.... Te amé, no puedes decir lo contrario.
Cheli
